jueves, 6 de agosto de 2015

DOS VIEJAS COMIENDO FRANCISCO DE GOYA

DOS VIEJAS COMIENDO 1820-1823
Dos viejas comiendo
técnica mixta , pintura mural al óleo
 trasladada al lienzo 53 x 81 cm
Madrid, Museo Nacional del Prado











Esta obra formaba parte de la serie de las catorce Pinturas negras  que Goya realizó sobre las paredes de su última casa de Madrid , la llamada Quinta del Sordo . Desde su exposición permanente en el Museo del Prado a partir de 1889 no han cesado los intentos de descifrar el significado verdadero de esta secuencia de escenas y las razones por las que Goya se lanzó hacía nuevos derroteros estéticos y formales. Aunque las pinturas , realizadas entre 1820 y 1923, se resisten a una lectura fácil , podemos, sin embargo, encajar perfectamente algunos de los asuntos tratados en la obra del pintor aragonés , como las brujas, los seres que vuelan o la vejez, tema de la presente composición.



En Dos viejas comiendo se puede apreciar claramente los retoques realistas realizados en la cabeza de la figura de la izquierda. Sea por estos retoques o por las pinceladas expresivas y sueltas , el sexo de esa figura, aunque descritas por las fuentes más antiguas como femenino, desconcierta por su ambigüedad , lo que, por otra parte, es una característica de Goya a la hora de representar la vejez. De todas formas, el cuerpo fuerte y arqueado , envuelto en un amplio manto, corresponde exactamente con la tipología que normalmente utiliza Goya para representar a las viejas. El pintor trató a menudo el tema de la vejez femenina, cuidando de retratar sus peculiaridades según las distintas clases sociales. Cuando pintaba a damas de alcurnia, ridiculizaba su fatuidad y, cuando representaba a mujeres del pueblo , como la de éstas Dos viejas comiendo, lo hace dándoles un papel muy diferente . Esas mujeres aparecen , por ejemplo, en los Caprichos , bien como brujas que vuelan por los aires e instruyen a las novicias, o bien como celestinas que negocian con los clientes y preparan a las jóvenes para sus tareas. En otros casos nos impresionan esas mujeres mayores por su fortaleza física a la hora de luchar , como la anciana que defiende a la joven acosada por un soldado en No quieren (Desastres de la guerra ). También realzaba su vitalidad cuando las presenta volando o o bailando en sus dibujos . Con estas últimas comparte la vieja de la presente  pintura su vestimenta y su voluminoso cuerpo , que domina dos terceras partes de la composición dejando al margen a su flaco compañero.


Mercedes Tamara
6-08-2015


Bibliografia : Goya, La imagen de la mujer